¡NO RENTABLES, UNIOS!

¡NO RENTABLES, UNIOS!

Robert Kurz

El capitalismo no es una posibilidad, sino una amenaza para la humanidad. Hasta muchos de los que están mejor situados comienzan a darse cuenta . La lógica subyacente a este sistema es tan sencilla como brutal: al final, el derecho a la existencia está garantizado solamente para lo que o quien es rentable. Y no basta el lucro por sí mismo, se tiene que mover a la altura del estándar de rentabilidad, cuyo nivel, en términos capitalistas-financieros, se coloca cada vez más alto.

Esto significa dos cosas: primero, el capital tiene una avaricia insaciable de trabajo humano, que debe transformarse, en función del fin en sí mismo de la valorización irracional, cada vez en más capital. Desde este punto de vista, las personas son material, "mano de obra", y nada más. En segundo lugar, el trabajo es "válido" solamente en función de la rentabilidad. La avaricia capitalista de explotar la fuerza vital humana está obligada a seguir este mecanismo.

En cierto modo, esta brutalidad esencial está al acecho en la inconsciencia del orden del sistema. Es tan terrible que nadie la quiere ver, ningún gerente, ningún político, ningún ideólogo. Pero existe y dice hasta sus últimas consecuencias: todos aquellos que no tienen capacidad de trabajar son, en principio, vidas sin valor. Así lo serían todos los niños y adolescentes, que todavía no están en edad de trabajar, salvo si se les extenuase como material de trabajo tan pronto como pudieran caminar. Lo serían todos los enfermos, descapacitados, etc. que sólo representan gastos. Y, obviamente, todos los ancianos que ya no tienen capacidad de trabajar y para los que se aplica lo mismo, salvo si fueran aprovechables para algo incluso en el lecho de muerte. Finalmente, serían los parados, que se convierten en "sobrantes". La lógica capitalista otorga esta sentencia no solamente a los individuos, sino también a las respectivas esferas e instituciones: la formación, la educación, los servicios sociales, los servicios sanitarios, el arte y la cultura, etc. parecen gastos muertos, que tendrían que ser eliminados.

Obviamente, una sociedad cualquiera que aplicara esta lógica entraría inmediatamente en colapso. Pero se trata de la lógica del capital, ciega e insensible como un proceso físico. Hay que engañar de algún modo al capitalismo para que deje vivir a la humanidad como material para sus propias exigencias insaciables. Originalmente, la supervivencia en este contexto, y con ello las "necesidades no-rentables", eran únicamente tarea de las mujeres. No es que el proceso de valorización haya despreciado la carne femenina, es decir, "el nervio, el músculo, el cerebro" (Marx). Sin embargo, después se impone a las mujeres una doble carga. Lo mismo en las sociedades capitalistas de Estado del antiguo bloque del Este, en los centros occidentales o en los barrios de chabolas del Tercer Mundo: después de la jornada laboral, empezaba y empieza el trabajo de verdad con el trabajo de reproducción para la parte de la vida "sin valor" desde el punto de vista capitalista.

Las mujeres solas habrían sucumbido hace mucho tiempo bajo esta carga, o la sociedad se tendría que haber disuelto. Por eso, el Estado tuvo que crear adicionalmente las áreas secundarias, derivadas, de la "vida sin valor" fuera de la rentabilidad por medio de impuestos, contribuciones y sistemas de seguridad, por tanto, en cierto modo, por medio de la "sangría" del proceso rentable de valorización. Según lo lejos que fuese, fue visto como más o menos "social". Y la crítica histórica del capitalismo se limitaba en gran medida a la cantidad de la sangría, mientras que la terrible lógica de base permanecía intacta y en la sombra. Esto fue posible (con las interrupciones de las crisis) mientras el proceso de valorización estaba históricamente en alza, y podía absorber cada vez más trabajo rentable. Pero con la tercera revolución industrial esta expansión se ha parado. El nivel de rentabilidad es demasiado elevado, cada vez deja atrás a más personas capaces de trabajar. Como consecuencia, la sangría de la valorización para las áreas secundarias se agota.

Se hace visible la cabeza de medusa intrínseca a la lógica capitalista, hasta ahora oculta. En todo el mundo, los "no-rentables" tienen que experimentar la respectiva "desvalorización de la vida" absoluta o relativa. Esta afecta en primer lugar, con graves consecuencias, a los parados de larga duración, los niños y adolescentes, los enfermos, los discapacitados y los ancianos. Dependiendo del país y de la situación del mercado mundial, esto ocurre con mayor o menor velocidad, pero se camina imparablemente en esta dirección. También en la RFA, ya sólo relativamente "rica" en el sentido capitalista: se van a reducir las prestaciones de la seguridad social, los cuidados médicos, la asistencia a los enfermos y ancianos disminuye, se atenta contra las ayudas sociales, se cierran las guarderías. En las escuelas el mortero se cae de las paredes, el material didáctico se queda anticuado y se pudre. Y no se ve el final de nuevos proyectos de recortes. Silenciosamente, se va sepultando toda la reproducción social.

La "Agenda 2010" es una agenda de la demencia de rentabilidad que ya no reconoce ninguna barrera social o moral, por que su campo de acción se ha vuelto demasiado estrecho. Las clases política y económica sólo vuelven sobre la sorda física social capitalista. Y la vieja y desamparada crítica del capitalismo limitada a la mera sangría de la valorización decae. Los viejos especialistas de la mejora social se han reciclado para la limitación cosmética de daños en las deterioraciones. Los supuestos enterradores del capitalismo se han vuelto auxiliares de enterradores de la sociedad humana. Bajo estas circunstancias históricamente nuevas, el antiguo papel sindical social-demócrata se ha vuelto, en términos de su contenido social, en su contrario.

Sería lisonjero llamar compromiso corrupto al resultado de la débil revuelta contra la "Agenda 2010", que, por desgracia, es previsible. Donde la capacidad de gobierno debería ser sacrificada en nombre de la resistencia social, se sacrifica, por el contrario, la resistencia social en nombre de la capacidad de gobierno. Pero las cosas no se van a limitar a esta Agenda. Lo que quieren vender como sacrificio para la supuesta manutención substancial de las áreas vitales "no rentables" es solamente una parte del camino hacia el callejón sin salida histórico del canibalismo capitalista. Este sistema ya no se deja engañar en su odio por la vida. El principio absurdo de rentabiliadad tiene que caer: ¡no rentables, uníos!

02.05.2003 Original en alemán: Unrentable, vereinigt euch!

Traducción del portugués al castellano: Daniel Cunha.

Original en alemán: Unrentable, vereinigt euch! en http://www.krisis.org/ Traducción al portugués: Nikola Grabski. http://obeco.planetaclix.pt/indice.htm

Traducción del portugués al español: Daniel Cunha. Contracorriente: m.vallseca@telefonica.net